La Tradición Esotérica Planetaria – Una Historia de la Raza Humana


Entrar en el origen que la tradición esotérica asigna a la humanidad y a nuestro planeta en el conjunto de nuestro sistema solar, es complejo en un mundo sobresaturado de información seudo esotérica y en gran parte de desinformación.

Los medios de comunicación controlados por quienes no desean que el ser humano sepa, contaminan el ambiente mental-emocional de la sociedad moderna de falsas necesidades y falsas expectativas espirituales.

En los años 40-50 el tema Ovni-extraterrestre salto a los medios de comunicación, asimilado por un publico que aceptaba que se pudiera volar con ingenios mecánicos, más allá de nuestro planeta, intuyendo que había vida inteligente en cientos de miles de soles con sus respectivos planetas.

Las autoridades se dedicaron a encubrir esa realidad, y como muchos ya sabéis esa situación es insostenible, millones de personas creen en la vida inteligente más allá de nuestra estratosfera. Ahora hay que aprender a distinguir entre nuestros visitantes el grano de la paja, y que es fantasía auto inducida y que es realidad.

Pero vamos al origen que nos trasmiten los verdaderos sabios de este planeta, en su silencio, en su verdadera humildad, en su profundo amor por toda forma de vida planetaria.

¿Quiénes Somos?

Olvidemos aquello que nos cuentan los libros sagrados del origen del hombre-Mujer, no porque mientan, pues son libros que han sufrido muchas trasformaciones desde que fueron escritos y se necesitan claves esotéricas que poseen los auténticos iniciados para poder desvelar aquello que nos quieren trasmitir. Moisés bebió de las aguas del Nilo y fue iniciado en sus templos de misterios, por eso no podía contar toda la verdad sobre lo que sabia.

Antes de que existiera nuestro Sistema Solar, este mismo lugar fue ocupado por un antiguo Sistema Solar- (Los científicos saben que existe un sol gemelo del nuestro, una estrella enana marrón, no hablan de ella, como siempre se oculta información-). Podemos decir que esta enana marrón es el cadáver en descomposición de ese antiguo sol, donde el objetivo de aprendizaje (pues los soles al igual que nosotros están habitados por un ser que le da vida llamado según tradición esotérica “Logos Solar”) fue desarrollar la “Inteligencia Creativa“ o tercer Rayo. Ellos también tienen distintos cuerpos como nosotros, recordar la ley de Hermes Trimegísto (Mercurio), lo que es arriba es abajo.

Nuestra Luna también tiene una relación especial con la Tierra, podíamos decir que es el cuerpo en descomposición de ese antiguo planeta que en ese antiguo Sistema Solar ocupó el lugar que hoy ocupa la Tierra. La Luna tiene movimiento de traslación alrededor de la Tierra, pero no tiene movimiento de rotación sobre su eje, por ello siempre nos enseña su misma cara. La Luna estará con nosotros hasta que superemos el Karma que nos une a ella y donde el mal uso de nuestra energía sexual tiene mucho que ver. La Luna es un astro muerto que arrastramos con nosotros, que nos influye mental y emocionalmente. Si dejáramos de enterrar los cadáveres y los incinerásemos daríamos un gran paso hacia nuestra auto liberación de ese viejo astro.

La Tierra tuvo dos primeras razas. La primera etérica, llamada Hiperbórea estaba situada al sur y al este del polo Norte. La segunda semieterica (ya se estaba densificando) estaba situada al Norte de Asia.

El desarrollo del tiempo al nivel etérico es más extenso, llevando unos doscientos millones de años en tiempo el desarrollo de estas dos razas.

Los Elohim (Dioses Creadores) crearon experimentalmente estas dos razas de las que no quedaron muy satisfechos.

La tercera raza llamada “Lémur” alcanzó ya una densidad física tal como actualmente conocemos, aunque eran seres gigantescos y tuvo tres procesos. Recordar que eran seres animales, todavía andaban con la columna horizontal y eran llamados “los hijos del sudor” pues generaban a sus espaldas una bolsa fetal en la que reproducían sus descendientes y a través de mucho tiempo derivaron hacia el ser Hermafrodita o Andrógino, con los dos sexos. Los Dioses encargados de su creación fueron experimentando con ellos hasta lograr la separación sexual entre hombre y mujer.

Sobre la tercera subraza de la raza “Lémur” viendo las entidades espirituales superiores (Logos planetario, Logos Solar), la lenta evolución del ser humano, se trajo la chispa divina mental-espiritual y se la introdujo en el ser humano para acelerar su evolución. Con ello se introdujo el alma individual o voz interna para que la humanidad pudiera coger y elegir un nuevo camino.

Hace aproximadamente 19.000.000 millones de años coincidiendo con este evento, Los Señores de la Llama Vinieron con sus Carros de Fuego desde Venus e instauraron la Jerarquía Espiritual o Fraternidad Blanca en la Tierra. Los Ángeles Solares encendieron la chispa mental en la mente humana y el hombre, puso erecta su columna y empezó a andar con dos piernas. Desde entonces se les dio a los seres humanos la oportunidad de entrar en el sendero espiritual y coger un atajo hacia nuestro despertar a través del sistema iniciático.

Eso no gusto nada a los Elohim que crearon a los cuerpos físico y astral de la humanidad a su semejanza, pues el ser humano podía superarlos en su evolución, empezando la guerra en los Cielos.

Con la cuarta subraza de la raza Lémur, emergió la semilla de la Nueva Raza Atlante (también seres gigantescos). Cohabitaron estas dos razas durante mucho tiempo hasta el hundimiento de Lemuria al culminar su séptima subraza. Todo esto llevo millones de años.

Durante la raza Atlante, el mal uso del poder del conocimiento de unos pocos iniciados, llevo a la separación de dos fraternidades, la de la luz y la de la oscuridad, llegando a la destrucción de este continente, cuando la Fraternidad de los Señores de la Faz Amarilla demandaron ayuda extra planetaria y el continente Atlante fue sumergido con sus magos oscuros. Hace 850.000 años aproximadamente, siendo salvados en el arca de Noé atlante, esa semilla que procedía de la quinta subraza de la raza Atlante.

Nuestra raza actual tiene sobre el Millón de años, y estamos entrando en la sexta subraza de donde saldrá la semilla de la próxima sexta raza que auguro será semieterica como la segunda raza pero en una vuelta de la espiral superior. Cuando cumplimentemos la séptima raza, nuestro planeta habrá cumplido su cometido, al igual que nuestro Logos Planetario, habrá alcanzado el status de planeta sagrado, como su hermano y Yo superior Venus, la estrella de la mañana, o Lucifer que significa Portador de Luz, aquel que trajo la chispa mental.
Escrito por Antonio Moreno Moreno