Daniel Gallucci – Experiencias (2ª Parte)

Al llegar la primera noche después de mi visita al planeta azul, me fui a dormir esperando que ese viaje se repita.

Esa noche, volvió a aparecer mi guía para llevarme al planeta, pero esta vez con fines instructivos.

Al llegar al planeta, me di cuenta que Patricia y yo estábamos con unos trajes plateados de un estilo similar a un traje de buceo. Nos hicieron pararnos sobre unas plataformas donde nos cargamos de la energía del planeta, lo que beneficiaría la instrucción, y los trajes comenzaron a brillar con luz azul. Los otros chicos que estaban en el planeta, también usaban esos trajes.

Los chicos que ya estaban cargados con la energía del planeta, se juntaban en grupos de alrededor de veinticinco a treinta chicos, rodeando a un instructor. Los instructores eran de la misma especie que nuestros guías en el planeta.

En el planeta había muchos seres de la especie de los guías, y con muchas vibraciones distintas. Cuanto más evolucionados eran, más sabiduría tenían y su luz era más clara.

Los guías eran los que tenían una luz más oscura de todos, después estaban los instructores y había otros seres de una luz celeste clara, casi blanca, que transmitían algunos conocimientos en particular o les enseñaban algo puntual a algunos chicos.

Desde donde estábamos, llegamos a ver alrededor de doce grupos de chicos.

Cuando terminamos de cargarnos, nos unimos a uno de los grupos, y al completarse el círculo comenzó la instrucción.

Lo primero que nos dijeron era que la situación del planeta Tierra en ese momento era mala energéticamente, y si pasaba el tiempo sin que se hiciera nada, empeoraría cada vez más. En ese momento nos mostraron un holograma de La Tierra envuelta en una nube oscura. Esta nube era la energía negativa producida y atraída por los humanos, con las guerras, drogas, delitos, odio, envidia, egoísmo, etc.

En este momento nos aclararon que si bien el mal estado de La Tierra era debido a los hombres, no debíamos focalizarnos en ayudar a la civilización, sino al planeta Tierra, ya que la limpieza y ayuda a la civilización era el trabajo de otro grupo de seres, otras personas que como nosotros, habían acordado ayudar para la ascensión de la humanidad y el planeta a la 5° dimensión.

El trabajo de estas personas se complementaba con el nuestro, debido a que al nosotros ayudar al planeta, y este mejorar la vibración, esto termina afectando a las personas. Por otro lado, los que ayudaban a las personas, van eliminando las energías que hacen mal al planeta y comienzan a producirse energías benéficas para La Tierra.

Luego en el holograma aparecieron unas personas rodeando La Tierra y emitiendo rayos de luz que iban haciendo disminuir la nube negativa. Después nos aclararon que esos éramos nosotros.

Una vez que se extinguió la nube que rodeaba a La Tierra, se agrandó el holograma y se focalizó en un área cualquiera del planeta, donde aparecía otro grupo de personas que estaban ayudando a limpiar La Tierra en el momento después de la limpieza energética. Nos mostraron como si miles de personas (en ese lugar, muchas más en todo el planeta) barrieran con los desperdicios, suciedad, etc, pero era una imagen metafórica, ya que esto simbolizaba que al limpiarse energéticamente La Tierra, iban a saltar a la luz muchos engaños, corrupciones, crímenes ocultos, etc; y la población con la mente más despejada iba a actuar para eliminar esa discordia y suciedad del planeta.

Este tercer grupo de personas era el que dejaría al planeta listo para el pasaje, lo limpiaría físicamente y reorganizaría su estructura social.

Una vez que esto estuviese hecho, La Tierra se encontraría en paz y se dispondría a avanzar hacia el siguiente paso evolutivo junto con los humanos que se encuentren en condiciones y así lo deseen.

De los seres que están trabajando para La Tierra, hay algunos que provienen de planetas de vibración superior y que aceptaron soportar la baja vibración y encarnar en La Tierra y así poder ayudar en el proceso del cambio.

Estos seres ayudarían en gran forma debido a su vibración, y que no les hace falta superar ningún tipo de karma, sino que desde el momento en que encarnan ya se encuentran listos para su misión.

También nos advirtieron que habría gente que no querría que esto suceda, que tratarían de evitarlo generando miedo en la población, por medio del poder, entre otras cosas.

Estas personas finalmente serían reubicadas en un planeta más acorde a su vibración, ya que La Tierra ya había “aprendido su lección” de esta etapa y estaba dispuesta y merecía dar el siguiente paso.

De la misma forma que algunos humanos harían el pasaje junto con La Tierra, otros volverían a sus planetas de origen una vez terminada la tarea, si así lo desearan y otros a alguno de mayor vibración debido a su avance evolutivo en esta experiencia.

Volviendo a la instrucción en el planeta, lo primero que nos enseñaron fue a limpiarnos a nosotros mismos y cómo energizarnos, para luego poder “trabajar” (cumplir con nuestra misión de la limpieza del planeta) correctamente. Si bien cada uno lo hacía de distinta forma, básicamente el proceso consistía en quitarse lo negativo y llenarse de luz o energía positiva, de tal forma de quedar equilibrados para poder realizar la limpieza del planeta de la mejor manera posible.

Uno de los métodos era crear un punto de luz en el centro del pecho, en el plexo solar, e ir haciendo crecer la esfera de luz (maciza) hasta que nos cubra todo el cuerpo. Años más tarde me enteré que de esta forma se va activando el vehículo de luz de cada ser o merkabah.

Una vez limpios, esta esfera de luz la dejábamos siempre activa para que funcionara como protección.

Para todos los trabajos y energizaciones que hacíamos, usábamos luz azul tal como la que emanaba el “planeta azul”, y raras veces con luz blanca.

Desde ese momento, cuando tomaba noción de mi mismo, me veía con esa energía azul, siendo esa energía, lo que me producía mucha paz, tranquilidad y relajación.

Una vez, energizados, equilibrados y completamente llenos de luz, el próximo paso era iluminar al planeta. Nos enseñaron muchas formas de iluminar al planeta, por ejemplo, realizar el mismo proceso que para limpiarnos a nosotros mismos, pero hasta que la esfera cubra al planeta entero; traer energía a La Tierra actuando como un receptor – transmisor, o directamente enviando luz desde fuera del planeta, para lo que había que estar astralmente fuera del planeta.

Esta última era la que más practicábamos. Nos ubicamos fuera del planeta, lejos de las contaminaciones de La Tierra; absorbemos la energía que nos rodea en el espacio, la emanada por el Sol, las demás estrellas, la energía que nos rodea, etc; concentramos toda esa energía en un rayo de luz el cual pueda ser asimilado por La Tierra, y usamos nuestro cuerpo como emisor de ese rayo.

Al principio esto lo hacíamos todo el grupo de chicos junto con el maestro, debido a que todavía no teníamos el control, capacidad ni práctica suficiente como para que esta energía que emitíamos limpie a La Tierra.

De esta forma, ubicados todos en círculo (vertical) y con el maestro en el centro, podíamos concentrar una mayor cantidad de energía, y el trabajo en conjunto nos ayudaba a poder controlar mejor nuestra energía y la transformación que teníamos que hacer.

Después de muchas veces enviar energía a La Tierra de esta forma, nos enseñaron que hay herramientas que nos pueden ayudar a limpiarnos, protegernos, energizarnos, transformar y enviar energía. De estas herramientas nos dijeron que básicamente hay 7 grupos, pero en ese momento nos iban a enseñar a utilizar solo uno de ellas: el anillo de poder.

El anillo de poder es como si fuese una alianza de oro, con una barra cilíndrica que la atraviesa diametralmente (como un signo de prohibido pero la barra horizontal). El tamaño del anillo es tal que una persona o más pueden entrar en él.

Para activarlo hay que pararse en el medio del anillo (el anillo estando detenido verticalmente), y se colocan las manos sobre la barra horizontal. Cuando se colocan las manos, la energía de la persona aumenta impresionantemente, al momento que el anillo comienza a girar en todas direcciones a la vez. No es un movimiento que se pueda reproducir con algún elemento físico, debido a que la barra central queda fija y el anillo gira sobre sus 3 ejes (ancho: X, alto: Y, profundidad: Z), dando la sensación de que la persona se encuentra dentro de una esfera. El elemento físico más parecido en su movimiento sería un giróscopo. Debido a este movimiento y al efecto visual que produce, algunas personas llaman a esta herramienta “el átomo” (de esto me enteré varios años después).

Una vez girando, se puede enviar un rayo de energía tanto del tamaño del anillo, como varias veces superior, y de una intensidad incomparable (muy superior a la que podría enviar la persona sin el anillo). También puede usarse para atraer energía, irradiar en forma radial o esférica, etc. Son demasiadas las utilidades que se le pueden dar, como para escribirlas.

Además del anillo de poder hay otras herramientas como la estrella de cinco puntas, la estrella de David, el cáliz, la flor de loto y dos más, que no recuerdo.