10 Frases de Freud, 10 Grandes Enseñanzas para la Vida


Freud, el padre del psicoanálisis, fue un hombre atrevido, dispuesto a echar por tierra muchos de los convencionalismos de su época. Nació en una familia judía pero muy pronto perdió sus creencias religiosas y encaminó sus pasos en otra dirección.

Cuando comenzó a ejercer la Medicina, fue uno de los primeros en utilizar la cocaína con fines terapéuticos y también se atrevió con la hipnosis, que en aquellos tiempos aún no era una técnica completamente aceptada en la comunidad científica.

Sin embargo, muy pronto comenzó a recorrer su propio camino, creó el método de asociación libre y sentó las bases del psicoanálisis, profundizando en el trabajo del inconsciente y perfilando hipótesis que hoy la Neurociencia ha podido comprobar. También puso el énfasis en la determinación sexual de nuestros comportamientos, un tema tabú en la sociedad puritana en la que vivía.

Finalmente, sus ideas tuvieron aceptación en la comunidad científica pero también recibió duras críticas, incluso de quienes fueron sus discípulos. Tuvo que encajarlas con estocisimo, al igual que el cáncer de mandíbula que le llevaría varias veces al quirófano y que finalmente acabaría con su vida.

Por eso, muchas de las mejores frases de Freud, no provienen precisamente de sus reflexiones sobre la Psicología sino de sus propias vivencias, de su conocimiento de la naturaleza humana. Hoy os invito a reflexionar sobre algunas de ellas.

Las frases de Freud que nos enseñan a ver el mundo desde otra perspectiva

1. “He sido un hombre afortunado, en la vida nada me ha sido fácil.”

Solo en la adversidad podemos crecer. Son los problemas los que movilizan nuestros recursos y nos impulsan a ir un paso más allá para salir de nuestra zona de confort. Entender la adversidad como un desafío nos permite ponernos a prueba y desarrollar al máximo nuestro potencial. De hecho, si algo caracteriza a las personas resilientes es que asumen las dificultades como oportunidades para aprender y desarrollarse.

2. “La humanidad siempre ha comprometido un poco de felicidad por un poco de seguridad.”

Tenemos una necesidad urgente de seguridad, para darle un sentido a nuestro mundo. Y estamos dispuestos a buscarla en cualquier sitio y a cualquier precio. De hecho, a menudo caemos en el error de confundir la seguridad con las posesiones y el dinero, pero estos símbolos solo ofrecen una seguridad efímera y una sensación de control ilusoria. Sin embargo, sacrificamos nuestro tiempo y a veces incluso a las personas, con tal de alcanzar esa seguridad, que no es una garantía de felicidad, sino todo lo contrario.

3. “Las emociones reprimidas nunca mueren. Están enterradas vivas y saldrán a la luz de la peor manera.”

La sociedad nos ha enseñado a reprimir las emociones, catalogando a algunas como inadecuadas e identificando a otras como una señal de debilidad. Sin embargo, esconder las emociones y reprimirlas equivale a no aceptarlas y, por ende, estas se quedan enquistadas en el inconsciente, provocando daño. Cuando finalmente salen a la luz, pueden provocar un verdadero terremoto emocional. 

4. “Tenemos una predisposición a considerar que las ideas desagradables son inciertas, y buscamos argumentos en contra.”

Nuestro cerebro odia las incongruencias, la disonancia cognitiva es su principal enemigo. Por eso, cuando algunas ideas nos resultan desagradables o no se corresponden con nuestras creencias, simplemente intentamos apartarlas, buscando argumentos en contra. Obviamente, esta forma de pensar niega el cambio y nos encierra dentro de patrones de pensamiento muy limitados.

5. “Somos lo que somos, porque hemos sido lo que hemos sido.”

Nuestro pasado nos condiciona, mucho más de lo que pensamos. De hecho, si queremos comprender por qué estamos en determinado punto de nuestra vida, nos veremos obligados a mirar atrás, escudriñando nuestras vivencias y decisiones. Sin embargo, una vez que somos conscientes de ese influjo, podemos deshacernos de él y trazar la vida que deseamos. Nuestro pasado existe, pero no estamos encadenados a al destino. 

6. “La tradición es la excusa de las mentes perezosas que se resisten a adaptarse a los cambios.”

Las tradiciones nos brindan una ilusoria sensación de seguridad, son algo familiar que le confiere un orden lógico a nuestro mundo. Por eso, es comprensible que nos aterre la posibilidad de abandonarlas, sobre todo si el futuro es incierto. Sin embargo, solo abrazando la incertidumbre y cuestionando las tradiciones, podemos avanzar. Si nos apegamos al pasado, nos anquilosamos y morimos un poco cada día porque el mundo está en continuo cambio.

7. “La mayoría de las personas no quiere la libertad porque esta implica responsabilidad; y la responsabilidad asusta.”

Libertad no solo implica el derecho a elegir sino también la necesidad de asumir la responsabilidad por nuestros actos. Por eso, muchas personas prefieren que sean otros quienes elijan por ellas, de esta forma se pueden lavar las manos, como Poncio Pilato. El problema radica en que dejar que los demás decidan por nosotros, implica vivir la vida que otros desean, no la que nos satisface o nos hace verdaderamente felices.

8. “Las personas, usualmente, usan falsos estándares para medir. Buscan y admiran el poder, el éxito y la riqueza pero subestiman los verdaderos valores de la vida.”

La sociedad publicita su imagen de la felicidad, a través de valores como la riqueza, el éxito profesional y el poder. Sin embargo, estos valores en realidad no conducen a la verdadera felicidad y no reportan más que una satisfacción inmediata, que se esfuma rápidamente. Las personas al final de su vida, no desearían haber trabajado más o haber acumulado más riquezas, sino haber disfrutado más y haber pasado más tiempo con quienes amaban.

9. “Los hombres viven el presente con una cierta ingenuidad, sin llegar a valorar exactamente sus contenidos.”

Nuestro mayor tesoro es el presente, porque el pasado no existe más que en nuestra mente y el futuro aún está por llegar. Sin embargo, nos resulta complicado vivir en el aquí y ahora porque estamos demasiado preocupados por el futuro y nos mantenemos ocupados reprochando el pasado. Esa visión ingenua nos hace perder nuestro mayor don: la posibilidad de disfrutar plenamente el presente.

10. “Algunas veces, un cigarro es solo un cigarro.”

Nuestras creencias, estereotipos y condicionamientos a veces nos impiden pensar con claridad. De esta forma, le damos a las palabras o actos de las personas que nos rodean un significado completamente erróneo, que es fruto de nuestras inseguridades y miedos. Ese significado erróneo puede provocar grandes problemas en las relaciones interpersonales e incluso dar al traste con algunas. Por eso, en ocasiones no es necesario buscar un significado oculto. Cuando tengas dudas, simplemente pregunta. La vida suele ser muy sencilla, somos nosotros quienes la complicamos.